lunes, 11 de febrero de 2008

El Evangelio según el Patán Pillovich

Murió el que había vendido su alma

El más inolvidable de los foristas, para mí, es el guitarrista, compositor y dibujante Gerardo María Aguilar Tagle, El Maestro Geras, o Gerry para los cuates. Personaje legendario del primer foro aquel de Dinero. TV, cuando era poblado por personajes de este grueso calibre, como (...) Dora A. Treviño, quien desde Chicago le compró en treinta dólares su alma, y nunca se la quiso devolver.

Resulta que el gran Gerardo María traía locas de contento, con su cargamento, a docenas de foristas y comandaba el foro de una inolvidable columna que llamó Vendo mi alma. Les echaba un rollo tal, que solitas empezaron a llegar como los ratones con el flautista de Hamelin. Hasta que llegó Dora, su domadora.

El gran gurú se empezó a sentir incómodo por la falta de su humito, que por una lana virtual le sacarraqueó pues a la mera hora Dora le clavó un fobaproin y papas que el Geras quedó ensartado. En ese mero lapso fue que la gringa embrujaDora le dio pa' sus aguas termales, engatusándolo por treinta monedas nomás, hechizándolo de a feo, Doroteo. Por más que el Geras le pedía de hinojos su libertad -y eso que el maestro era dueño de un considerable almario (ropero de almas)- la piscóloga monterreyena mojada, pero con papeles, nunca le devolvió el espíritu, ni siquiera las canicas ni el unto. Luego, sus docenas de furibundas admiradoras lo acosaban con sus consultas hasta que el brillante hechicero, dueño de una sabrosona prosa musical embrujante, cansado se metió a un retiro budista, chinófilo o tibetanófilo, no me acuerdo bien. Cuando despertó, ya no quiso seguir regenteando al bolón de pupilas que le revoloteaban como mariposas amarillas a Mauricio Babilonia, convertido en una especie de Doctor Corazón, pero a la visconversa, y mejor abrió su propio foro donde mostró una nueva faceta de su talento: las viñetas. La verdad es que no le pedían consejos, sino más bien le pedían comprensión, y desde luego eso ya no estaba entre sus prestaciones...

Nunca volvió.

Lo más notable de este singular personaje, querido por todos, era que escribía tan natural y humano. sencillo, sano y siempre de buen humor, que atraía muchas simpatías mientras deshacía agresiones. Nunca nadie lo increpó o reclamó nada, salvo algunos mochos trolleros de siempre, en la segunda época del foro. Y no faltaron las mochas que le mandaban de regalo un escapulario. Bueno, yo una vez sí le reclamé que dejara algo pa' la raza, y en prueba tangible, socarronamente le solicitaba -con la extrema humildad que me es inherente- que me pasara a la gringa, dizque para convencerla mamablemente, de que le devolviera su alma. El noble desalmado me recomendó con éxito, aunque la méndiga nunca quiso devolverle su alma apachurrada, por más que yo le rogué. Ya saben, lo cáido, cáido. Bisnes son bisnes, caón -dijo la monetizada gringa, caón. Luego, anduvo penando y pepenando, irónicamente con el almario lleno; pero su alma, irremediablemente perdida...

Hasta la Moxtla -como dijo El Borras- querido amigo Gerardo...

Del Evangelio según Axel Ricardo

¿CERRANDO CICLOS?
...AHUITLAHTOLLI
por Axel Ricardo Márquez

A este mundo venimos a dormir,
...venimos a soñar,
porque no es verdad,
no es verdad, que hayamos venido
para vivir la realidad.
Anales de Huejotzinco

El mestizaje, además de la barbarie sobre la que se consumó la conquista, significó la unión de la riqueza cultural de las leyendas ibéricas y las amerindias. El inconsciente colectivo de la naciente sociedad colonial mexicana se vio poblado por difuntos víctimas de la relación amor-odio; de encantadoras o brujas que huían de la hoguera escapando en navíos dibujados en la pared; de madres infanticidas que lloraban su crimen; de enamorados que eternizaban su amor petrificándolo, con el consiguiente enriquecimiento del paisaje orográfico; y de un enorme etcétera.

Camanalli que se mezclaron con las verdades divinas sobre la creación de los mundos, los cielos y los inframundos, es decir nuestra ancestral cosmogonía en la que la Huehuetlahtolli (la antigua palabra verdadera) nos mostraba la forma en la que la humanidad de este lado del mundo había sido creada: nos cuenta cómo Ometecuhtli (señor) y Omecíhuatl (señora), impulsos de vida, se unieron y originaron a Ometéotl, Nuestro Señor Creador.

Las hazañas de nuestros dioses creadores (
Coatlicue, Huitzilopochtli, Tlaloc, Quetzalcoatl y todos los demás) fueron negadas y cubiertas por los mitos propios de los conquistadores, generando una larga era llena de herejía y confusión. La verdad, el mito y la leyenda se mezclaron, creando individuos enfermos de fanatismo o, en el mejor de los casos, de individuos incrédulos.

Yo he sufrido de este mal, la incredulidad se posó en mi persona. Así que cuando conocí la leyenda de Wichily McCoy, de forma automática la deseché. Con el transcurso de las últimas semanas, la leyenda se propagó por los senderos conocidos de la red. Entre el murmullo que suele acompañar a las leyendas, se escuchó una voz dolida que invitaba a despedir al mentado Wichily McCoy, y que por otra parte anunciaba que el Hombre Indispensable, Gerardo, se había tornado en el alfa y el omega, abandonando el plumaje del colibrí para volverse esencia de Ometéotl, mudando su habitación, del Ombligo de la Luna al Décimotercer Cielo, al Omeyocan, guiado por el mismísimo señor Mictlantecuhtli para abordar el elevador desde Mictlan.

Una leyenda con muchos personajes, con muchos incidentes y con un personaje de muchos rostros y varias personalidades, éste último amigo de la casa. Dichos arcanos, cuya inspiración parecía estar en deuda con el dorado escarabajo alanpoeniano, despertaron mi gatuna curiosidad y me pusieron en zona de riesgo. Fue así como este cuhtli y su amada cihuatl acudieron al Teopantli a ofrendar a Xochiquetzal Nuestra Señora, entre otras cosas diosa del canto y la danza y de Xicomexochtli Nuestro Señor, que es el dios de los artistas (debo confesar que en ese ejercicio se recuperó la esencia de la primigenia religión, es decir el religar, el convertir al individuo solitario en la entidad social, en la parte única e indivisible del todo), ocasión que nos permitió ofrendar a Nuestros Señores Mayahuel, amo de los néctares propios de los magueyes y demás alcoholes, y Macuilxóchitl, jefe de los Ahuiateteo o excesos, todas las delicias de la vida en una sola noche, ambientada por los tlatzotzonqui y cuicatlamatini que interpretaban los teocuicatl, trasmutando el instante en un tlaxochihuiliztli.

Por la iconografía del Ostiacalli, imaginábamos que Gerardo El Indispensable haría realidad aquello de caminar sobre las aguas, de multiplicar las botanas o de convertir las aguas minerales en whisky; pero dentro de mi racionalidad sabía que eso no sucedería. Quizá dentro de lo verídicamente posible imaginaba que Gerardo Quetzalcóatl volvería del inmenso mar, ataviado con su túnica azul hawaiana y las tablas de La Jornada, para compartirnos de su sabiduría…

Las notas musicales se estrellaban una a una, o en conjunto contra los lóbulos temporales, permitiendo la excitación intelectua. Agustín Xólotl oficiaba desde el mismo atrio la liturgia eucarística sugerida por Gerardo Huitzilopochtli. Así, palabra a palabra, sentimiento a sentimiento, Gerardo se transustanciaba ora en pan y vino, ora en música y canto, y la misa cumplía con el misterio. La eucaristía era. La religión se hizo.

El teopixqui Agustín recurrió a todos los tlahtoamatl, a la huehuetlahtolli, a la tlamatquitlahtolli, a la tlahtolteotl, e incluso a la yancuitlahtolli, para confrontar y explicar los misterios de la existencia, para demostrar que la vida no se crea ni se destruye, solamente se transforma.

Un susurro irrumpió en mis cavilaciones:

-Ése es el punto, Axelricardoerosgod…

Volteé a ver quién me hablaba. Descubrí la sonrisa plena y la mirada brillante de Wichily McCoy. Pero antes de poder pronunciar palabra alguna, alargó su mano y estrechó mi brazo.

En la vida no hay ciclos, no existe la recta. Existimos en un círculo, estamos en el mismo trazo que se prolonga hasta pasar frente a nuestra inicial posición geográfica. No nos vamos, no hay a dónde ir, somos la misma esencia vital, sólo nos movemos dentro de la línea circular, que desde nuestra perspectiva nuestra visión nos permite vislumbrarla como recta- terminó la frase Gerardo.

Sin comprender aún, sólo atiné a preguntar: ¿Quién eres, Gerardo, Tlacuiloco, Wichily, Huitzi, Axolotl, Agustín, Bugalú? Volvió a sonreír, y en tanto se retiraba -dando pasos hacia atrás- clavando su mirada y afinando la sonrisa, alcancé a escuchar:

-I'm the flyrus. ¿Quién eres tú?

Desapareció entre el humo de los cigarrillos de la feligresía.

La palabra siguió revoloteando entre mis ideas, como una mosca. Hoy decidí adjuntarla a mi limitado vocabulario en forma de alebrije. Él es la Morsca, una bigotona morsa con espíritu "beatle", ojos, extremidades y alas de mosca.

Ese acertijo parecía estar solucionado, ahora es otro pensamiento el que me causa prurito: ¿Quién soy yo?

Aquí, en el tlalticpac, somos simples macehualli, algunos son tecpanecatl y otros somos icnotlacatl. Finalmente todos terminamos siendo icnotlacatl en busca de Tonantzin, quien nos abrazará y alimentará allá en los chicnauhtopan.

Pretendo entender: ahora, Gerardo -con todos sus rostros, con todos sus nombres- se ha vuelto dios. Así se lo ha establecido, según la tlamatquitlahtolli que interpretó armónica la boca del Tlamatinime Agustín:

Así se dirigían al muerto, cuando moría. Si era hombre, le hablaban, lo invocaban como ser divino, con el nombre de faisán. Les decían: Despierta, ya el cielo se enrojece, ya se presentó la aurora, ya cantan los faisanes color de llama, las golondrinas color de fuego, ya vuelan las mariposas. Por eso decían los viejos: Quien ha muerto se ha vuelto un dios.

HuehueAgustín está en lo cierto.

Gerardo se ha vuelto esencia, está en lo que es y en lo que no es, ahora es Tloque Nahuaque. Huitzilopochtli inicia su viaje circular a la noche, Xólotl su gemelo lo cuida, así está establecido en los anales que contiene la Huehuetlahtolli.

Gerardo-Agustín, Agustín-Gerardo son la encarnación de Moyocoyatzin, y esto es tlahtolteotl.

... en todo lugar es invocado, en todo lugar es venerado; se busca su renombre, su gloria en la tierra... solamente es invocado, sólo a su lado y junto a él puede haber vida en la tierra.
Cantares Mexicanos/ Moyocoyatzin

Justificar la ausencia, ponderar la existencia, cerrar ciclos, todo parece ser mera ahuitlahtolli.

viernes, 8 de febrero de 2008

Todo el Ruta se llenó de Él

Y es que sólo los espejos quieren su reflejo esconder....
por Maco

No me enteré hasta que mi amigo Yao me dejó un mensaje.

No supe qué hacer, sólo sentí tristeza. Soy miedosa, y en mi cabeza sólo pensaba como que no era cierto. Es también amigo de Erosgod, y él también dejó un mensaje días después. Sentí miedo y ahora culpa, pues Él, que cambió de estado material a inmortal, me decía en algunos mensajes que avisara cuando visitara la Ciudad de los Palacios.

Yo sabía dónde buscar. No lo hice, y no hay justificación alguna.

La culpa me invadió. Me hice chiquita cuando lo confirmé en La Jornada. Me alejé de ver sus viñetas. Lo último que vi, al revisar rapidito la última de ellas, fue la de una maestra (supuse que era una) parecida a alguna que hemos tenido todos en la vida escolar. Resolví el problema de álgebra de rapidito, porque siempre presumo de mi habilidad con números y mis escasos dones con las letras (por ello, un día en la viñeta de los palíndromos, le decía que lo mío, lo mío, eran los números capicúas; me pidió que se lo explicase en un mensaje de correo, y así fue; la plástica me gusta y más la música, y es bien chingón cuando encuentras arte en la red).

Su gráfica y su música se hace a mi ánimo, cuando juega con sus creaciones. Y de momento me pone a pensar y de repente me saca una sonrisa. Soy una metida y por eso me gusta leer, ver y escuchar. Cuando estuvo mal y tuvieron que operarlo, por igual me preocupé, dejándole siempre buena vibra cuando tenía chancecito de conectarme a esta spider web.

Ciertamente, esa culpa me hizo ir a verlo y conocerlo personalmente en persona la noche del viernes 18, en donde todo el Ruta 61 se llenó de Él. Llegué algo tarde, por el viaje que tuve que hacer, pero a tiempo para escucharlo a través de la música que le gusta.

El lugar estaba lleno de su familia, sus hermanos y sus amigos, así que sólo me brindó un pequeño rincón en las escaleras y cerca de la barra para recargar el vaso de mis manos. Había leído la atenta invitación al evento eucarístico en el blog de su gemelo. También leí los mensajes de las personas que lo aman, lo quieren y lo estiman...

Esa culpa que me invadía no me dio valor para decir algo, sólo quería disculparme con Él personalmente. Y creo que esa noche nos hizo saber, a todos los que estuvimos ahí, que estábamos con Él. Muestra tan bella de cariño y arte no hay igual.

Buen momento para conocer la casa del blues, estrechar la mano de Erosgod, saludar de lejos a la bella doctora Monik y reconocer en carne y hueso a la gente del Ruta 61 de quienes leía y veía en las bitácoras de Él y de su hermano.

Su hermano Agustín cantó a lado de Las Señoritas de Aviñón y Vieja Estación (ya había escuchado antes a la segunda, gracias a un amigo que compró su disco en el bar). Vieja se deleitó y nos deleitó al tocar canciones de los Rolling Stones y una que otra propia. Pero todo el lugar se iluminó cuando surgió Wichily McCoy de los instrumentos y de la voz del Polaco (cantante de Vieja Estación). Era el el poema escrito para Él por su hermano gemelo, y fue esa conversión de letras a música que llenaron mis oídos bajo un fondo que supongo era I just waiting on a friend*, y aún sigo repitiéndolas en la cabeza: No me puedes hacer esto, tú...

A continuación, se despidió esa noche la Sagrada Familia con la Familia Real, acompañada de Octavio Herrero y Vieja Estación: No me importa le cantaron a Él.





Acompañada de un buen sabor de oídos y llena de cierta tranquilidad, salí del bar, agradecida con el artista, el buen Tlacuiloco como lo conocí virtualmente un buen día en la red.

No me ha tocado conocer completamente su creación musical de Las Moscas de Metepec, pero el de Mamá-Z sí, no en su tiempo pero sí estos últimos años. Creo que la personalidad que refleja en lo que escribía, dibujaba… creaba, es muestra de su propia personalidad y sinceridad. Llena la eternidad contigo, Gerardo María Aguilar Tagle.

*No hemos querido corregir la confusión de Maco acerca de la canción de los Stones citada en Wichily McCoy, pues hay en dicho error un hermoso acto de fe y de esperanza (esperar al amigo, porque sabemos que regresará). Este Museo promete a la humanidad que Nuestro Señor Gerardo regresará en cuerpo y alma a habitar entre nosotros. Mientras, recordemos que su espíritu nos acompaña cada vez que dos o más nos reunimos en su nombre.

miércoles, 6 de febrero de 2008

De Rodrigo de Oryazabal

Domingo 20 de enero de 2008

Gerardo Aguilar Tagle (1955-2007)

Estuvimos Gaby y yo en el Ruta 61 este pasado sábado 18, para acompañar a Gerardo, para acompañar a los Aguilar Tagle, para escuchar a Las Señoritas de Avignon y a Vieja Estación, para recordar las canciones de Gerardo, para entenderlo aún más como compositor, para unirnos en ese ritual con cover a Tino, para escuchar su epístola y verlo nuevamente en escena (que chingón eres Tino), junto al inseparable Octavio Herrero y para juntarnos al coro de amigos y parroquianos cantando una rola que Gerardo y Mamá Z pusieron en escena pero que nunca fue grabada en disco.

Alguna vez que fui a visitarlo a Metepec, el también integrante de Las Moscas de Idem, la traía pegada y, siguiendo su peculiar línea de composición, la evocación a los 'Britania', que no faltará quien los recuerde, me hacía pensar en la línea de 'Domingo', 'Morir de Amor (Parir chayotes)' y 'M'amor (no me dejes sólo)' en la que Gerardo se movía tan bien: Mi reino por un rato de placer.

En el rock mexicano idealista de los ochenta, las letras descarnadas, valemadristas, berrinchudas y rabieteras de Gerardo Aguilar contrastaban con el resto de la producción de Mamá Z, tal vez, como comentaba con Agustín al aire, Gerardo era el (siempre buscamos una referencia) George Harrison de la banda y aunque su producción no fue amplia, ahora que volvemos a escuchar sus rolas, entendemos que su capacidad de hacer cualquier cosa por el sexo lo define como un prototipo rocanrolero.

La fuerza escénica de Gerardo con Mamá Z derivaba de su pasión por los Stones aunque su gusto musical abarcaba a grandes músicos como Zappa y Ray Cooder, entre otros.

¡Ah! la rola referida es 'No me importa' que, cantada en una jam session, con Vieja Estación y Octavio Herrero en la ejecución, congregó a muchos, encabezados por Tino, Jerry Damage y Marugenia, a cantar desde el escenario o las mesas. Interminable versión, con unos músicos incansables y solidarios (además de muy buenos) que remataba las cerca de cuatro horas que duró esta maravillosa convivencia a la que sólo un tipo como Gerardo Aguilar podía convocar.

Contrariando al mismo Gerardo, con la certeza de no adherirnos al Vaticano, salimos del Ruta 61 convencidos de que Gerardo Aguilar Tagle, rocanrolero por convicción, había aportado al rock mexicano toda su dosis de rocanrol, sexo y amor.


Gerardo Aguilar Tagle, guitarrista de la desaparecida banda Mamá-Z y hermano gemelo de Agustín, murió el pasado viernes 21 de diciembre.

Mamá-Z formó parte del movimiento roquero mexicano de los años 80, junto con bandas como La Maldita Vecindad, Botellita de Jerez, Trolebús, Real de Catorce y Las Insólitas Imágenes de Aurora.

Aguilar Tagle, nacido en la Ciudad de México el 23 de octubre de 1955, compuso, entre otras canciones, Morir de amor (parir chayotes), Ayer, No me dejes solo, Concha y Yo ya no quiero contigo.

Posteriormente a Mamá-Z, junto con Octavio Herrero, otro ex-Mamazeto y actual guitarrista de Las Señoritas de Aviñón, Gerardo Aguilar formó Las Moscas de Metepec.

También fue dibujante. Subió sus viñetas al blog www.gerardomaria.blogspot.com, con el seudónimo de Tlacuiloco
.
A principios de 2008 será lanzado el disco Yo soy la mosca, que reunirá temas de Aguilar Tagle. Se adquirirá de manera gratuita.

El 18 de enero, el bar Ruta 61 rendirá un homenaje al músico. Se presentarán Las Señoritas de Aviñón y Vieja Estación.

Para mayor información y poder dejarle un saludo a Tino, su precioso gemelo, vayan al blog ruta61.blogspot.com.

Duele, duele la muerte de un querido amigo y queremos hablar de él y recordarlo este próximo miércoles 9 de enero, de 22:00 a 24:00 horas en Radio Educación (1060AM, www.radioeducacion.edu.mx).

Mi más fraternal abrazo y todo mi cariño para Tino, Maru, Ger y Ale, Bety y todos aquellos que lo quisimos y lo recordaremos ¡el rock mexicano está de luto!

Wichily McCoy

El legendario Wichily en Santa Bárbara
Rancho de don Ismael y doña Esperanza
(sus abuelos paternos)
Puebla, Pue.
Circa 1960

Nota: Siempre se pensó que la imagen correspondía a Bugalú Peniche, gemelo zurdo de McCoy.
Craso error: se trata del Ulises de Amarillo, Texas, en uno de sus atrevidos desplantes de omnipotencia.

martes, 5 de febrero de 2008

Imágenes

N.S. Gerardo y Julieta Capuleto

Foto oficial de N.S. Gerardo, tomada por Luis David Contreras
Marugenia Sámano Valenzuela
Circa 1976

Marugenia y Gerardo
2006

Reflexiones a partir de un fibroma I

Gerardo Aguilar Tagle / Acapulco, Guerrero / Lunes 10 de septiembre de 2007
Casa de sus hijos, Gerardo y Alejandra Aguilar Sámano
Retiro Físico y Espiritual

14 de septiembre de 2007. Hace siete u ocho meses, es decir, a principios de este año, Gerardo María Mayela Aguilar Tagle empezó a sentirse mal. Acabadas las fiestas decembrinas, fue asaltado por dolores estomacales. Sin embargo, no hizo más que tratarlos con enojo e indiferencia: pensó que sus malestares eran producto de un simple recargamiento y que, como tales, podría controlarlos y anularlos a través de la automedicación, el ayuno, el agua y el descanso. Sus cercanos tampoco dimos mucha importancia a lo que sucedía, pues estamos acostumbrados a la hosquedad, el malhumor y las quejumbres de mi gemelo, cuyo umbral de dolor me recuerda aquel famoso Callejón del Beso que está en Guanajuato.

No era difícil ver en los gestos y en la conducta de Gerardo las expresiones del dolor que no se va, del dolor que nos anula, el dolor que nos avasalla y nos arrebata el gusto de la vida por la vida misma. ¡Pero no supimos adivinar en esos signos exteriores la gravedad de lo que sucedía dentro del cuerpo ahíto de mi hermano!

Pasaron las semanas y los meses, y -como sucede con todo aquello que es permanente (desde la belleza hasta la inmundicia)- los dolores de Gerardo se volvieron invisibles, inaudibles, inexistentes, a la vez que –oximorones de la vida- muy pero muy presentes.

En alguna parte escribí que la belleza constante se vuelve invisible. Algo semejante podemos decir del dolor crónico, animal mimético cuya inadvertida pero real presencia define nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y nuestras ideas.

La discusión se centra en una pregunta: ¿Es dolor aquel dolor que deja de sentirse aunque no desaparezca?

Me duele, luego existo. Yo soy lo que me duele; pero he olvidado cuándo inició el dolor y no recuerdo otro estado; de hecho, no puedo afirmar que me duele (hacerlo, sería ahora tan extraño como decir que siento la ausencia de alas); por tanto, no sé si existo, no sé quién soy. En todo caso, repito, soy el dolor, un dolor que se duele de sí mismo y no reconoce sus bordes.

Ahora, después de la experiencia vivida con Gerardo, confirmo que el dolor (cualquier dolor) nos acota y nos guía, al punto de modificar todos y cada uno de nuestros proyectos, desde los más complejos hasta los más sencillos, desde los abiertamente épicos hasta los definitivamente inocuos.

En su más reciente artículo, el médico periodista y filósofo Arnoldo Krauss cita a Alphonse Daudet (1840-1897):

Dolor, has de serlo todo para mí.
Deja que encuentre en ti
todas esas tierras extranjeras
que no me dejarás que visite.
Sé mi filosofía, sé mi ciencia.


Inmediatamente, el mismo doctor Krauss transcribe las palabras de uno de sus pacientes:

Mis días utilizan el lenguaje del dolor.
Mi voz calla, llueve o reverdece de acuerdo al tono del dolor.
El azul del cielo y el gris de las lluvias no dependen de la fuerza de la naturaleza,
sino de la magnitud de mis dolencias.

Reflexi

lunes, 4 de febrero de 2008

Gerardo María Aguilar Tagle

1955-2007
Se va una leyenda del rock 'n roll
¿Cómo le voy a hacer, Gerardo, dime cómo?

Ayer, viernes 21 de diciembre, mi hermano, mi gemelo precioso,
fue elevado al Cielo en cuerpo y alma,
y goza ahora de la plenitud gloriosa de nuestra Madre Luz.

Con Octavio Herrero (1994)
Con el mismo Octavio, durante el mismo concierto
(décimo aniversario de Mamá-Z)
Con Agus, esa misma noche.



En el Laboratorio de Teatro y Taller de Autoayuda Marisa Gristein, una de las sesiones que más éxito tuvo fue Morir de amor (parir chayotes), diseñada y dirigida por Gerardo Aguilar Tagle.

Veinte años después, Gerardo Aguilar Sámano, primogénito del autor, nos entrega un video compuesto con tomas de la presentación del álbum Esa viscosa manera de pegarme las ganas en El Altillo (que estaba donde hoy se encuentra la Panadería Santo Domingo, en Avenida Universidad y Miguel Ángel de Quevedo) y tomas del concierto ofrecido en el Hotel de México (el hoy World Trade Center de nuestra ciudad). En el video, es posible observar la formación original de la banda: Jorge Escalante, Óscar Fernández, Octavio Herrero, Gerardo Aguilar Tagle y -en franca pérdida de la compostura- Agustín Aguilar Tagle.
Si alguno de mis tres lectores no cuenta con conexión de banda ancha a la Internet y está experimentando problemas para visualizar los videos, recomiendo presionar el botón de mute (para no escuchar el audio) y esperar a que el video se descargue por completo antes de intentar visualizarlo. Mientras, puede ir a hacer pipí, besar a la novia, rezar el rosario o prepararse un chubi-dubi.

Ha muerto un artista

El pasado jueves 21 de diciembre, a las cuatro de la madrugada, Gerardo María Aguilar Tagle, guitarrista de la desaparecida banda de culto Mamá-Z, decidió realizar un viaje sin boleto de regreso hacia la eternidad y hacia el interior de los suyos. Muchos recordarán, seguramente, algunas de sus composiciones: Morir de amor (parir chayotes), Ayer, No me dejes solo, Concha y Yo ya no quiero contigo, entre otras. Además de músico, Gerardo fue un dibujante exquisito que dedicó los últimos años a concentrar sus viñetas en una bitácora electrónica (www.gerardomaria.blogspot.com), bajo el seudónimo de Tlacuiloco. No terminó de hacerlo, pero lo que hoy aparece en dicha bitácora es muestra de su gran talento y de su humor irreverente.

Durante los últimos meses, los dolores de Gerardo se volvieron invisibles, inaudibles, inexistentes, a la vez que –oximorones de la vida- muy pero muy presentes. La belleza constante se vuelve invisible. Algo semejante podemos decir del dolor crónico, animal mimético cuya inadvertida pero real presencia define nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y nuestras ideas.

Entre las grandes virtudes de Gerardo, se destacan su magnetismo y su capacidad de encantamiento con la gente buena: durante el tiempo de Mamá-Z (los años ochenta), él fue el único miembro del grupo que logró establecer cariñosa amistad con los miembros de otras bandas: el Demex, el Pato y Choluis (Trolebús), Lalo Sax y Pacho Paredes (Maldita Vecindad), Francisco Barrios, el Mastuerzo (Botellita de Jérez), Memo Briseño, Jaime López, Armando Rosas, Rodrigo de Oryazabal, Roberto González, Alfonso André (Las Insólitas Imágenes de Aurora/Caifanes), Fernando Ábrego y José Cruz (Real de 14). Todos guardan de él el recuerdo de un hombre que supo vivir intensamente el movimiento del rock mexicano de los ochenta.

A principios de los setenta, Gerardo recorrió la colonia Roma en busca de un antro pseudo-académico que resistiera su irritante comportamiento (mofarse de los maestros, traer el pelo hasta los hombros, usar pantalones color mamey o rojo carmín, de terciopelo y a la cadera). ¡Y lo encontró! Se inscribió en El Instituto América Latina, donde conoció a un tipo con el que se avino inmediatamente. El entendimiento tuvo razones simples: a ambos les gustaba el rocanrol de los años cincuenta, la música de los sesenta y las cosas pesadas que empezaban a salir en los setenta. Ese tipo se llamaba (y se llama) Octavio Herrero, el actual líder y guitarrista de Las Señoritas de Aviñón. Con él y con otros amigos entrañables (Óscar Fernández, los hermanos Pasapera, Arturo Macías), así como con su compañera de toda la vida, María Eugenia Sámano, pasó la segunda mitad de los setenta y toda la década de los ochenta haciendo música, música y más música. Dos momentos fundamentales de su historia musical fueron Mamá-Z y Las Moscas de Metepec, esta última una banda fantasma creada por Octavio y Gerardo, quien deseaba componer un rocanrol a la altura de sus sueños (es muy probable que en este momento esté logrando ese rocanrol definitivo, pero ya no podremos escucharlo).

Gerardo Aguilar Tagle se fue. Nos dejó canciones hechas con el corazón y dibujos nacidos de una voluntad específica: resumir en unos cuantos trazos su amor a la vida.

A principios del año que viene será lanzado Yo soy la mosca, disco compacto que reunirá las canciones de Gerardo. El disco no saldrá a la venta, y sólo podrá adquirirse –de manera gratuita- a través de Tlacuiloco Records. Pronto habrá informes del lanzamiento.

Y el próximo viernes 18 de enero, el conocido bar de blues Ruta 61 rendirá un homenaje especial a Gerardo Aguilar Tagle, con la participación de dos extraordinarias bandas: Las Señoritas de Aviñón y Vieja Estación, cuyos miembros tuvieron fuertes lazos de fraternidad y cariño con este artista mexicano cuya obra tendrá que ser reconocida algún día.

Concierto para Gerardo

1955-2007

RUTA 61

Las Señoritas de Aviñón
y
Vieja Estación
rinden homenaje al amigo,
al artista
y a la leyenda.


Viernes 18 de enero de 2008
A partir de las nueve de la noche


A los mensajes enviados a esta bitacóra (Luz Elena, Ricardo, Elisa, Machy, María, Phoenix, Luis David, Gabriela, Antonio, La Dalia Negra, Zorro Viejo, Iván, Pedro Miguel, Sonny Boy, Yaoteka, Colibrí, Víctor, Lilith, Blanca, Beatrice y Rebeca), se suman los que he recibido en mi propio buzón.

De Gerardo Aguilar Sámano
Hijo primogénito de Gerardo

Bueno, ¿qué puedo decirte? Simplemente, agradecerte por todo lo que has hecho por nosotros. No nada más estos últimos días, sino digamos estos últimos 52 años. Así como tú y mi mamá nos presumen a mi hermana y a mí como el orgullo de mi papá, tú siempre fuiste y serás el orgullo de tu gemelo.

Ya hemos estado arreglando y acomodando lo que nos trajimos de casa de Pane y Nonna. Parecían ser poquitas cosas, pero ya nos llenaron la casa.

Hoy hablé al banco, para la cobertura que tengo por gastos funerarios o algo así. Mañana les envío unos documentos que nos pidieron, y nos darán respuesta en dos semanas, aproximadamente. No es mucho, pero servirá para algunos chuchulucos que quiera mi mamá.

Aunque estos días, sin duda, han sido los mas difíciles de mi vida, sonará extraño pero siento que mi papá nos ha llenado de una paz inmensa para continuar con todo. Tal vez te esté pasando lo mismo.

Mi mamá cree que el 18 en Ruta estará repleto. A mí me parece que muchos podrían quedar fuera. Pero que no se preocupen: si las condiciones tecnologicas lo permiten, Iguanas Suicidas transmitirá todo el evento.

En estos momentos es cuando sí me gustaría regresar en la maquina del tiempo, para que mi papá me enseñara un par de canciones en persona. Pero no importa, yo sé que despues de este homenaje, en algunos años vendrán más. Y, ahora sí, con la Gibson Ephiphone que con tu gemelo pienso comprar estaré acompañandote en algún escenario tocando Parir Chayotes.

Pues bien, mañana editaré las canciones que me pediste y a mas tardar te las estaré enviando el Viernes.

Besos y abrazos desde la Cueva de Las Moscas y Las Iguanas.

Ger

De Rebeca Alvarado
Amiga íntima de Agustín desde hace 25 años

Querido Agus, siento muchísimo lo que deben estar pasando. No hay palabras que llenen nunca el vacío ni que consuelen. Quiero decirte que cuentas conmigo. Si te sirve de algo hablar, gritar, llorar, quejarte o platicarme las aventuras al lado de Gerardo. Recibe un abrazo muy fuerte. Te quiero. Rebeca.

De Clara Huacuja
Amiga de Agustín y parroquiana de Ruta 61
Madre de Sabina y esposa de Fabrizio

Querido Amigo, no salgo de mi conmoción, te hago la pregunta más inútil y urgente: ¿qué pasó? Yo me quedé en que NO era nada malo. Cuando platicamos en Ruta, te vi ya muy tranquilo. Y me estaba preparando para darle mi terapia floral. Te iba a llamar llegando al DF. Ojalá puedas contestarme. Un abrazo. Clara.


De Gilles R. Aniorte
Amigo y parroquiano de Ruta 61

Difícil la perdida de alguien que sabía ocupar un lugar. ¡Cómo te entiendo, mi Agus! Me tomo un Glenlivet para ti. Gilles

De José Luis Aguilar Tagle
Hermano de Gerardo y capitán de Ruta 61

No sé cómo me veas a mí. Seguramente, en apariencia, muy sereno. Y quizá así estoy, pero te aseguro que siento una infinita tristeza. Tal vez, por el ajetreo en el que siempre ando, no he tenido el espacio y el momento para desahogarme. Mis primeras lágrimas por la ausencia de Lalo fueron el sábado al despedirme de Maru, Ger y Ale. Después, ha sido por intervalos, a veces de día y a veces de noche.

Yo, en realidad, aún no lo puedo creer. Es como si sintiera que sigue aquí, y la verdad es que debemos entender que sigue aquí. Sea cual sea tu creencia, yo pienso que Lalo, al igual que mamá, sigue entre nosotros, y será importante vivir así.

Tino, extraño mucho a Lalo. ¡No puedes imaginar cuánto lo extraño! Lalo fue para mí el hermano más querido. Con él, siempre pude hablar de cualquier cosa. Mejor me detengo, porque voy a empezar a llorar. Bueno, vamos a vernos no solamente un rato solos, sino varios ratos solos. Creo que ambos lo necesitamos.
¡Te quiero mucho Tino!


De Marie Álvaro-Díaz
Amiga y parroquiana de Ruta 61

Querido mío, apenas estoy leyendo mi correo. Tu querido hermano está en el Cielo, y yo contigo.

De Beatriz Aguilar Tagle
Hermana de Gerardo y Bruja Profesional

Estoy arreglando mi casa, así que creeme que cuando dije que necesito procesar la despedida buscando en los recuerdos.. Es literal: me puse a escuchar sus canciones e, incluso, las canciones que nos pasaba. Espero encontrar mañana sus cartas, y a ver si algo te parece como para meterlo en el blog o el el homenaje. Por cierto, abre un espacio en tu guión para que suene música que le gusta: por ejemplo, la de Cuidadito, con María Victoria.

También, he platicado con él. Voy a tratar de escribirlo, para que no se convierta en anécdota de una pinche loca.

Un abrazo. Busca lo momentos para que puedas hacer la catarsis necesaria y sane el dolor de la ausencia. Tú bien sabes que si de alguien está cerca es de ti. Confía en que está contigo. Y trata de hasta regañarlo por su partida tan intempestiva y llorar y negociar y hasta reírte con él. Bueno, ¿qué te puedo decir? Sé que ahorita estás en un diálogo permamente con esto de los arreglos del homenaje y de su blog. Yo ya le dije que ahora tiene que darme la razón. A ver cómo le hace, pero tiene que cargar los dados para ganarnos el Melate, para (censurado) y poder poner un invernadero que se llame Wichili Mc Coy.

Sí, he encontrado ilustraciones de sus cartas. Están muy padres. ¡Y autoretratos! Incluso, un inicio de canción. Luego te lo preparo.

Saludos y salut.


Luz Aurora Aguilar
Prima de Gerardo

Anoche fuimos a visitar a Pitié que cumplió años (creo que 87), y nos encontramos con la terrible y tristísima noticia de Lalo. Es algo tan pero tan triste que no encuentro las palabras para darles a todos, en especial a Maru y a mi tío Agustín, a todos y cada uno de los hermanos, así como a sus dos hijos (…). Me da una tristeza tremenda lo ocurrido, y quisiera que me dijeran que no es cierto; pero qué vamos a hacer (…). Pido muchísimo a Dios para que los ayude a tener una santa resignacion, que es tan difícil, pues de la partida de mi hermana Tere han pasado ya casi once años… y aún no logro entender por qué se la llevo Dios; y he llorado por ella tanto que mis ojos ya casi se secaron de tanto llorar.

Luz Aurora


De Jazmín Tenorio
Amiga íntima de Agustín

Agus, me acabo de enterar. Sé que nada de lo que escriba hará que te sientas bien. Tu hermano ya esta disfutando de algo mejor en esa otra vida que a todos nos espera. De entrada, qué mejor recibimiento que ver de nuevo a tu mamá, mientras escucha de fondo alguna canción que no conocemos de Jonh Lennon. Cuídate mucho, no te vengas para abajo. Y cualquier cosa que necesites, escríbeme porfa. Si quieres hablar o tomar whisky, también se vale.

Jaz



De Gabriela Marentes Garza
Amiga íntima de Gerardo y Marugenia
Madre de Nicolás y María Matínez Marentes

Yo sé que no merezco poner mi dolor junto al tuyo ni al de Maru. Lo que pasa es que la muerte de Gerardo me cayó en el lago del alma como una piedra y me revolvió los recuerdos, el estomago. Una llamada se llevó mi consuelo muy lejos, fuera de mi alcance. No quiero pensar que una culpa tan grande pueda caber en una rebanada de pastel de chocolate. No sé ni qué decir, ni como hablarte, ni como hablarle; pero lo soñé, y eso me reconfortó: los vi a todos, los de antes, los de siempre, tocando; y la vida valia la pena, y no habia distancia entre el cielo y la tierra; todos convivían sobre un escenario, haciendo música y alegría. Le quise decir algo, pero Gerardo estaba fascinado con su guitarra y no podía mirarme desde su muerte. Supongo que necesitaba despedirme. No se vale. Pero lo vi feliz, en paz. Y mi cama me devolvió mis alas para seguir. Abraza a Maru por mí. Y para ti pido al Cielo que te devuelva el rastro de su mano sobre tu mano, porque yo si sé.


De Tania Molina
Reportera de La Jornada y amiga de Ruta 61

Hola, Agustín. Te envío un abrazo muy fuerte. Tania

De Xavier Gaona
Bajista de Las Señoritas de Aviñón

Lo siento muchísimo, Agus. Estoy seguro que ahora él ya está mejor, fuera de sufrimientos. No puedo más que mandarte un fuerte abrazo y ofrecerme en lo que pueda ayudarte. Xavier Gaona.

Pedro Egea
Amigo íntimo de Agustín

Agus, acabo de meterme a mi cuenta. Estuve en casa de mis padres y llegué hoy a leer mis mails y me encuentro con las últimas noticias y me topo con esta tristeza. Mi querido Agus, lo siento muchísimo. No sé qué decirte. Tengo ganas de llamarte pero no tengo ningún teléfono para encontrarte. Me parece una noticia fuera de toda realidad. En principio, no sabía que tu hermano estaba enfermo. Tampoco sabía que además estaba delicado. Te mando un fuerte abrazo. Por pavor, mándame tu teléfono. Un beso sincero.

De Edouard Perromat y Alejandra
Bajista francés y escritora

Agus, estamos aquí Ale y yo. Estamos pensando en ti. Estamos aquí por cualquier cosa que necesites. Sabemos que está descansando en paz. Un abrazo grande. Ale y Ed.


De Héctor Fierro
Guitarrista de Las Señoritas de Aviñón

Cuando mi hermana falleció (junto con su hija, su esposo y su suegra: accidente de coches), después del Yo, que fue humilde y que fue íntimo, el más grande de mis dolores se instaló con la conciencia de aquel dolor incomprensible, absolutamente insondable, que sucedía en mis padres. La imposibilidad de hacer que desapareciera. La frustrante verdad de que yo no podía tragarme su dolor, de que no podía evitarlo. Agustín, de verdad, quisiera robarte el tuyo; como si yo fuera una madre sobreprotectora, quisiera privarte de él. Quisiera que me guardaras rencor por eso, como un niño sobreprotegido. No me importaría, de verdad. Pero es tuyo.

Adriana Bustamante
Amiga íntima de Agustín

Agus querido, no es la manera, pero no podía dejar pasar ni un segundo, me encuentro en Valle de Bravo y me topo con tu mensaje. Me duele el alma, no lo puedo creer. En unos días regreso a México y quiero estar contigo todo el tiempo que necesites y cuando lo quieras. Quizas no tengas cabeza, ni ganas, pero ojalá me puedas mandar un telefono en donde te pueda encontrar, he perdido mi agenda.
Te quiero mucho.


De Javier García
Baterista de Las Señoritas de Aviñón

Eduardo acaba de enterarme de Gerardo. La noticia me entristeció mucho, por él y por ustedes. Me quedo con la imagen de una persona que tuvo el mayor valor que yo pueda reconocer: vivir como se quiere.


Estoy con ustedes. Les mando un abrazo fraternal.


De José Luis Sánchez
Baterista de Vieja Estación

Lamento mucho lo de Gerardo. Sabés que hace poco tiempo pasé por la misma situación y sé de que se trata. Todas las palabras que te pueda decir, no ayudan ni un poquito a paliar el dolor; pero también sabés que en este momento no estás solo, y que hay una banda de amigos (te lo dije en argentino) que te van a hacer el aguante (sigo en la misma lengua). Te mando un abrazo muy grande, y contá conmigo para lo que sea.
Ger, Marugenia, Gerardo y Alita
La Sagrada Familia
Si apachurras las foto, se amplifica...
y descubres que se trata de Los Soprano.

¡Nuestro Señor Gerardo ya resucitó!

No lo reconocimos al caminar.
Ahora sí, en la fracción del pan.
Lucas 24, 13-35

He is the first, the last, the best and the most.
People loves him from coast to coast.

Paráfrasis que hace Gerardo Aguilar Sámano
de una canción de Bo Didley.


Yo soy la Mosca, la Verdad y la Vida
Concierto para Gerardo Aguilar Tagle
1955-2007

Misa de Blues y Rocanrol en Honor a un Hombre Indispensable
Viernes 18 de enero de 2008
Ruta 61
Celebran Las Señoritas de Aviñón y Vieja Estación


Su fuerza era descomunal.
No hubo mosca que se atreviera a contradecirlo.


Lugar de Colibríes
Judith Bravo

Preguntaba Chito que por qué la gente que amamos no es inmortal, y lo único que se me ocurrió fue que quizás si fuesen inmortales no los amaríamos tanto; quizás la conciencia de que nos vamos a morir sea lo que nos hace muy amados...e inmortales.

Hasta la próxima marcha, Gerardo.

Cantando una misma rola, Lennon y Gerardo a la guitarra. Así te pienso, así te veo, así te quedas.


Foro Dinero
Luis David Contreras

El día viernes 21 de diciembre obtuvo su pase al reino de los inmortales mi querido amigo Gerardo María Aguilar Tagle, gran luchador y compañero entrañable de este foro en donde alguna vez puso en venta su alma y ahora encontró comprador.

Gerardo fue miembro fundador, junto con su gemelo precioso Agustín Aguilar Tagle, Octavio Herrero, Jorge Escalante y Óscar Fernández, del Laboratorio de Teatro Experimental y Taller de Autoayuda Mamá-Z, grupo esencial del rock mexicano de los ochenta (vetado en todas las estaciones decentes de la radio mexicana, por supuesto) y autor de rolas memorables como Ausencia, M'amor (no me dejes solo) y Morir de Amor (Parir chayotes), entre otras.

Gerado fue un dibujante notable, verdadero prodigio de la línea que bajo la firma de Tlacuiloco llenó nuestros espacios de la red y el suyo propio que cambió cuantas veces se le pegó la gana.

Un alma libre como la de Gerardo solo podía existir en un México como el nuestro, a través del compromiso con las mejores causas, y por eso fue un apasionado miembro de la resistencia que siempre acompañó sus andanzas con un gran sentido del humor.

Estés donde estés, querido Gerardo, sé que nos seguirás acompañando en la ruta e iluminando nuestro camino.

Descansa en paz, amigo.

...y siempre supo cómo hacer enojar a quienes amaba.

El Viaje de Lonjho
Andrés Tonini

Leyendo Navegaciones de Pedro Miguel, me entero que Gerardo María Aguilar Tagle, conocido en la red como Tlacuiloco, acaba de morir este viernes. Aunque no tuve la fortuna de conocerlo, como bien lo dijo Pedro Miguel, ese detalle no era necesario para quererlo.

Se le extrañará, no hay duda.

Estaba convencido de que su padre es la mitad de Dios.

Navegaciones

Pedro Miguel

¡Chau, Gerardo!

No hacía falta conocer en persona a Gerardo María Aguilar Tagle, Tlacuiloco, para quererlo. Dibujante, músico, bloguero, papá, marido, hermano, amigo, ciudadano, manifestante y hombre bueno, llegó, el viernes 21, a la mejor de las muertes: muy amado se nos fue, y en muchos corazones se nos queda.


Las mujeres de la casa sufrían su tiranía.
¡Pero, a la mera hora, todas reconocían que él era la Mosca!


La Página de Contreras
Luis David Contreras

Los amigos que conocemos son almas con las que convivimos en otras vidas.
Así que, qué importa si sólo
las vimos una vez.
George Harrison


Recuerdo que eran los tiempos heroicos de las batallas contra el desafuero de Andrés Manuel y la adrenalina política estaba a tope. Me inscribí en el foro Dinero de Enrique Galván Ochoa, de la Jornada, para subir un sesudo artículo que escribí como respuesta a un editorialista del Diario Milenio. Ya allí, me dediqué revisar lo que escribían los otros foristas y me llamó la atención uno de ellos que tenía nombre como de personaje de telenovela y que estaba en todas partes, participaba de manera muy activa y lo hacía de un modo bien divertido. Sus comentarios eran en extremo incisivos, gozaba haciendo rabiar a los pocos priistas o panistas (¿qué no es lo mismo?) que se atrevían a merodear por allí y lo hacía de forma implacable. Lo suyo suyo era chingar al prójimo.

Enrique quiso crear dentro del foro una especie de blog, donde algunos foristas escogidos podrían escribir sobre los temas de su predilección, tal vez alguna afición particular, y que no tratarían necesariamente de política. Por una razón medio nacionalista, un grupo de notables decidió que la palabra blog no expresaba algo concreto en español y entonces decidieron castellanizarla creando el neologismo belogía... que tampoco decía algo a los hispanoparlantes.

Pues bien, uno de los tres foristas destacados que fue elegido para escribir las primeras belogías fue Gerardo Ma. Aguilar Tagle, que se reventó un artículo titulado Eros y Rocanrol en el que hablaba de la carga erótica del rock tomando como paradigma la música de Frank Zappa (ya en los comentarios a su belogía, terminó entusiasmado hablando de la Sonora Santanera y recitando La Boa.)

Gerardo le entraba a todo y cuando alguien subió la pregunta sobre la existencia de Dios, se despachó con la cuchara grande haciendo rabiar a los creyentes. Ya en el paroxismo, uno de los participantes le dijo que cómo era posible que negara la existencia de Dios siendo músico si la música era un don divino. Gerardo le contestó que él no era músico y que lo más que sabía eran tres pisadas en la guitarra para tocar Página Blanca.

Era todo un personaje y yo quería ser su amigo.

Alguien lo quiso molestar diciéndole que no era muy original y que en la foto del perfil de su belogía había tratado de imitar una portada de U2. Gerardo respondió que U2 no era de sus grupos preferidos y que en todo caso se hubiera vestido de Sheik Yerbouti, como Zappa. Yo intervine para decirle que si él se vestía de Sheik, entonces yo me disfrazaría de la araña de ultratumba de Hot Rats. Allí nació la amistad.

Entonces empezamos a coincidir en nuestros debates y a dejarnos comentarios. Teníamos posiciones muy similares, así que era muy fácil estar de acuerdo, ponerme de su lado y apoyarlo en su cruzada contra la reacción. Porque lo suyo era como un apostolado.

Yo había iniciado La Página de Contreras para ir almacenando mis artículos y mis intervenciones en el foro. Al poco tiempo Gerardo y Agustín, su gemelo precioso, iniciaron los suyos y acostumbrábamos visitarnos para darnos mutuos guayabazos. Y la amistad fue creciendo.

El día 13 de diciembre del 2005 nació mi nietecito Karlo, y envié un correo a los amigos anunciando la buena nueva. Gerardo subió en el blog de Tlacuiloco una piñeta con un angelito de la guarda dedicado al bebé. Me enternecí hasta las lágrimas y le pedí el original a cambio de una paella en Tlaxcala. Accedió y lo más difícil fue encontrar la fecha propicia para el intercambio. Pasó más de medio año antes de que pudiéramos reunirnos y conocernos personalmente en persona.

Llegó acompañado del amor de su vida, la hermosa Marugenia, y fue como si ya nos conociéramos desde siempre. Platicamos, preparamos la paella y nos pasamos un fin de semana de antología. Luego me confesaría que le costó trabajo aceptar la invitación porque en esos días corría la noticia de un tipo en Hamburgo que invitó a su amigo a cenar y se lo comió.

Después vinieron las elecciones y el fraude electoral. Gerardo y yo nos organizamos para asistir juntos a las asambleas y marchamos y dormimos en el Paseo de la Reforma y asistimos al grito de los rebeldes y compartimos toda la jornada en compañía de Hilda, Elisa, Rovan, Gabba, Erosgod, Mar, Colibrí, Iván y una multitud interminable.

Y de un momento a otro todo cambió. Se hartó de sus valiosos blogs y los borró. A los pocos días pensó que no estaba tan harto y los volvió a hacer, pero ya no pudo rescatar los anteriores. Fue una temporada rara. Algo lo volvía inestable. De repente subió un dramático anuncio en su blog en el que nos avisaba que las cosas no estaban bien.

A partir de aquí, todo fue caos. Noticias confusas nos hacían temer lo peor. Gerardo necesitaba atención urgente. Gerardo fue a Acapulco para operarse. Gerardo, por fin, se operó y le costó mucho trabajo salir adelante. Sólo la compañía y los cuidados amorosos de Maru y sus hijos parecían ayudar. Aun así, su sentido del humor negro se mantenía vivo y se divertía aterrorizándonos con las fotografías de sus heridas.

El pasado 18 de noviembre, volvimos al Zócalo de la Ciudad de México para la Convención Nacional Democrática y quedamos de encontrarnos allí; pero ya no pudo ir. Su estado de salud estaba muy deteriorado, y no tenía la energía suficiente para estar en la bola.

Decidió regresar a Acapulco buscando un clima más benigno para sus dolencias y para refugiarse en el amor de su familia. Me escribió una carta muy cariñosa avisándome su decisión, y subió un post dónde parecía despedirse de todos. Agradecía la toalla de las Chivas que le regalé y que veneraba como al Manto Sagrado.

De pronto me enteré que mi querido amigo Gerardo había ganado su pase a la inmortalidad. Cuando hablé con Maru no pude evitar el llanto. Nos fuimos de volada a México con Iván y allá nos encontramos con Axel y la hermosa Monik, con Colibrí y el buen Serch, con Elisa y con Hilda... y se nos hizo conocer al escurridizo Agustín.

Ya lo lloramos. Acompañamos a Maru, Jerry y Ale. Platicamos y nos reimos con sus anécdotas. Cenamos unos riquísimos pambazos que preparan en la Escandón y que nos invitó Tino. Nos atendió Luce y pasamos toda la tarde y parte de la noche hablando del Tlacuilo. Fue todo un ritual que nos permitió despedirnos de él para poder enfrentar lo cotidiano de nuevo.

Hoy todos estamos dedicados a lo nuestro y quizás sea lo mejor, pero hay algo intrínsecamente perverso en todo esto: sigo creyendo que la gente a la que amamos debería ser inmortal. Tal vez él ya lo sea.

Descansa en paz, querido Gerardo.



In Memoriam
Luis David Contreras

Es que hoy estoy de luto...
Es tanto el dolor,
y tan poco el tiempo
para sentirlo.

Hay dolores que pudren el alma.
¿Pero cómo hacer para entenderlo,
si mañana va a salir el sol
y los días se van a suceder
uno a otro,
sin haberse enterado
de tu partida?

¿Y ante quién hay que protestar
por esto?

¿Y con quién voy a caminar
y a recorrer las calles,
si en la multitud faltas tú?

No sé que decir...
Es que hoy estoy de luto,
y no sé hacia dónde voltear.


Carta Abierta
Víctor Castillo



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